No es nada nuevo que yo le desee unas felices Navidades a un selecto grupo de personas solamente. Es un deseo muy selectivo porque en realidad a mí solamente me interesan los anticomunistas. En ese sentido yo soy un fanático. Disculpen que eso hiera la susceptibilidad de algunos.

Pero los patriotas cubanos son mis únicos amigos, mis familiares, mis seres queridos. Y no es que le desee mal a todo el que no sea anticastrista (a los castristas sí les deseo todo lo malo porque se lo merecen) simplemente es que yo vivo rodeado de anticastristas, y los demás seres humanos no me interesan mucho. Es más, ni los conozco.

A mis hermanos anticastristas, los que se han pasado casi 55 años sufriendo, añorando a Cuba, deseando la libertad de Cuba, luchando por una causa justa LES DESEO TODO LO MEJOR. Les deseo que se cumpla su sueño sagrado.
Estoy seguro que el 2013 nos traerá la noticia que todos los anticastristas esperamos: El final de los dos tiranos. Y mientras tanto, mientras el palo va y viene, espero que Fidel y Raúl Castro tengan la peor y más dolorosa Navidad de toda sus vidas.

Porque se lo merecen por desalmados y porque han destruido a una nación, han separado a un pueblo, han mandado a asesinar a miles y miles de cubanos, y han cooperado en las muertes de miles de latinoamericanos y de africanos.
A los anticastristas les deseo salud, prosperidad, paz y tranquilidad. A los ancianos cubanos les deseo que estén rodeados de hijos y nietos que los quieren y los respetan.
Los castristas no creen en Dios, ni en Jesucristo, ni en religión ni en nada. En estos momentos andan celebrando el desembarco en Playa las Coloradas de la pandilla de asesinos que esclavizaron a Cuba. Esa es su fiesta. La nuestra es en honor al nacimiento del niño Jesús. Mis deseos son poder el año que viene volar el yate Granma en mil pedazos.

Y si por casualidad alguien me está leyendo y no se siente profundamente anticastrista no se ponga bravo conmigo, simplemente que no me lea más porque no escribo para él.

Yo escribo para mi gente, para mi pueblo, para el exilio histórico, para los que llegaron después pero se unen a nosotros en el odio contra la tiranía sangrienta y brutal, para los que le duele la tragedia de nuestro país.

Decir “Feliz Navidad para todos” quizás sea algo bonito y elegante, pero sería una hipocresía de mi parte. Generalizar eso de “Feliz navidad” pudiera incluir, por ejemplo, a Raúl Castro quien ahora mismo se encuentra trabajando brutalmente para lograr mantener encadenados a los cubanos tras la inminente desaparición de su hermano mayor. No, nada de Feliz Navidad para todos. A Raúl, a Ramiro, a Colomé, y hasta al último y más infeliz castrista en todo el mundo, que los partan miles de rayos.

Ni aunque se pongan de rodillas yo les deseo nada bueno a los fidelistas, ni resucitando a Pedro Luis Boitel, a “Francisco”, a Plinio Prieto, a Zapata Tamayo, a los caídos en Girón, a los muertos del Escambray, a los que han sido devorados por los tiburones en el estrecho de la Florida.

A usted si piensa igual que yo, a los hombres y mujeres buenos y decentes, que desean lo mejor para la Isla de Cuba, que sueñan con el final de la peor dictadura del planeta tierra (cubanos y no cubanos) yo les deseo UNA FELIZ NAVIDAD. Mientras tanto tengo que ser sincero: los castristas se pueden ir todos al infierno…

               Esteban Fernandez

Gracias Esteban!Felicidades a ti y familia ,que el 2013 los colme de Salud y Bendiciones!