Gabriela, la hija del periodista y locutor Hugo Guerrero Marthineitz, relata su experiencia en la universidad pública. Asegura que en el Ciclo Básico Común –CBC- dos docentes bajaron línea política a favor del kirchnerismo y dudaron de que la Argentina actual sea democrática. Durante parte del kirchnerismo Gabriela Guerrero fue el nexo entre el mundo artístico y la ex Presidenta Cristina Fernández. Su desilusión con “la década ganada” y la angustia de no comprender el fanatismo que conoció por dentro. Periodismo y Punto accedió a las grabaciones de las polémicas clases en la universidad pública.
Se trata de audios de clases de la materia Sociedad y Estado a cargo de la profesora Bárbara Maier, con un fuerte contenido político – partidario, tan directo, que termina provocando un intenso debate ante la sorpresa de parte del alumnado. En un tramo explica teóricamente los conceptos de aristocracia y burguesía y de golpe mete al «macrismo», intentando sostener cómo los grupos económicos hipotéticamente condicionan al Gobierno Nacional. En otra parte asevera, sin tapujos, que un trabajador «estaba mejor en el kirchnerismo» y que si salís a movilizarte hoy «te meten en cana». Analiza las medidas económicas de Macri que terminan en un supuesto proceso de «desindustrialización», aunque sobreviene un increíble acto fallido al decir que este diagnóstico no es «objetivo», para, segundos después, corregirse y decir que no es «subjetivo».
Grabaciones. CBC. (Univ. De Bs.As.).
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Por Luis Gasulla
Origen: Audios: adoctrinamiento K en la Universidad de Buenos Aires
Gabriela Marthineitz, la hija de Hugo Guerrero Marthineitz y de su primera esposa Dora Balado, ya fallecida, que era una hermosa, graciosa y culta mujer muy amiga nuestra que nos reuníamos semanalmente. Sus abuelos de origen español, muy éticos y trabajadores, vivían en una hermosa mansión en la calle Moreno.
Su abuelo Balado tenía una fábrica de bolsas de arpillera en Barracas que el gobierno populista y sindical del gran maestro J.D. Perón arruinó y termino cerrándola.
Hablar con Balado de Perón era peor que hablarle del diablo. Cuando Perón regresó en el 73 a la Argentina le surgió un sarpullido seguramente originado por una alternación interna de su cuerpo y no por haber tocado alguna hierva venenosa. A base de cremas y guantes después de un tiempo se pudo curar.
Gabriela fue compañera de estudios del Colegio Mather Misericordia de nuestra hija Alejandra y de su hermano Cesar que estudió en el Colegio San José. Era muy frecuente reunirse en fiestas en mi casa con otros estudiantes tanto del Mather como del San José, no eran menos de 20 jóvenes.
Gabriela tenía desde muy joven un carácter irascible y como anécdota, muchos recuerdan que un día dando un punta pie rompió un vidrio en una puerta de uno de nuestros baños.
Cuando por noticias periodísticas nos enteramos que Gabriela fue nexo del corrupto gobierno de la ex presidenta Cristina Fernández viuda de Kirchner, ……la de «La Década Ganada», a todos que la conocimos nos causó una tremenda decepción, diría hasta moral.
Sus abuelos, madre y su padre Marthineits nunca aceptaron al peronismo y sus sectas por corrutos y arbitrarios y por su especialidad en dividir a la sociedad, hoy llamada «grieta».
Del «Negro» como le decían cariñosamente, en una oportunidad llegó a mi casa en uno de esas reuniones festivas, miles de veces lo manifestaba sobre el peronismo en sus programas radiales.
Él con su verborragia atraía a todos y aunque no era tan bonito, al sexo femenino muchas veces atraían a las mujeres, era un experto.
A las personas se las evalúa por su hermosura interior, no por el aspecto físico, de esa característica era Marthineitz, que hasta con sus silencios hablaba.
Siempre sostengo que la mayoría de la sociedad Argentina son personas que se ponen en las vías donde viene un tren rápido, cuando los resultados son funestos, «SUPINAMENTE RECIEN SE DAN CUENTA», es por esa razón de interés individual cuando les conviene, nuestro país no avanza y solo ante el tsunami solo tratan de disparar, seguramente buscando otro lugar acorde con su moral para acomodarse. Muchos adolecen el Síndrome de Estocolmo ……..y así nos vá.
Ahora tenemos un gobierno distinto y que promueve el cambio social para bien del país, pero no el cambio para acomodarnos, esperando que Gabriela no intente subirse al carro después de haberse tardidamente darse cuenta que la «Decada Ganada» no fue solo para la Cristina.
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En mi casa escuchabamos a Hugo Guerrero ,creci escuchandolo primero por Cana 7 hacia un programa al aire hablando por telefono y luego por Radio Belgrano.Me dio mucha pena cuando falleció y el estado en que se encontraba.
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