Represora, censora, abusiva: el camino escogido por la izquierda mexicana puede desembocar en la servidumbre sangrienta denunciada por Hayek.
(Foto: Flickr)
Ya sabíamos que el proyecto del gobierno López Obrador es lograr un poder centralizado, casi absoluto, sin contestaciones: una especie de restauración del viejo presidencialismo priista, con un partido hegemónico para, en un futuro cercano, promover un cambio del régimen constitucional y del modelo económico, cuyo posible parecido al régimen chavista venezolano no deja de ser inquietante.
También sabíamos de la incontenible proclividad del presidente López Obrador por descalificar y desacreditar toda crítica, de ir contra cualquier posible instancia de moderación, independencia y contrapeso a su poder, empezando contra los propios periodistas y medios de comunicación. A pesar de su incuestionable origen democrático y de su inmensa popularidad, a López Obrador le resulta notoriamente patológico atentar contra sus propias bases de legitimidad, en aras de imponer su sola e inconsulta voluntad.
Sigue…
Origen: PanamPost
Los izquierdistas ya no engañan a nadie…solo quieren el poder..absoluto.
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