La clave es deslegitimar la de democracia liberal, porque ¿cómo puede ser bueno el legado de una civilización esclavista?

POR

JAVIER BENEGAS

Solía argumentar cierto expresidente español que “no hay que meterse en líos ni en historias”; es decir, que la política es gestión y no debates ideológicos, y que, por lo tanto, la derecha debe dedicarse a administrar la cosa pública y dejar todo lo demás, incluida la cultura, en manos de la izquierda.

Esta doctrina acabó abruptamente en una moción de censura que mandó a su casa a tan sabio presidente y puso en su lugar a otro para el que todo, absolutamente todo, debía ser politizado, aunque esta politización fuera una coartada para usufructuar el poder de forma opaca e indefinida.

Fue una lección dura, amarga, de la que cualquier persona que estuviera en política para algo más que asegurarse los garbanzos habría tomado muy buena nota. Sin embargo, a lo que parece, los garbanzos son lo único que importa, también en la derecha.

A pesar de todas las advertencias, de los signos inequívocos de que los adversarios están determinados a imponer su visión del mundo por todos los medios posibles y abrir todos los frentes que sean necesarios, en buena parte de la derecha prevalece la consigna de que es mejor no meterse en líos… ni historias.

LA VANDALIZACIÓN DE LA ESTATUA DE WINSTON CHURCHILL NO FUE UN ERROR PRODUCTO DE LA IGNORANCIA SINO UNA REVELACIÓN

Así, cuando se ha abierto la veda del derribo de las estatuas de personajes históricos, en base a su supuesto racismo, la actitud es mirar para otro lado, pues todo este alboroto no sería más que una pataleta de una tropa de universitarios infantilizados. Bastará con cerrar los ojos para que estas conductas no se sustancien en iniciativas más peligrosas que vandalizar monumentos. Pero el peligro no desaparece por cerrar los ojos, al contrario, suele hacerse más acuciante.

Los monumentos a Colón, que llevan siendo retirados y vandalizados desde hace más de dos décadas, son ya caza menor. Ahora se apunta a los padres fundadores de la democracia norteamericana, John Adams, Benjamin Franklin, Alexander Hamilton, John Jay, Thomas Jefferson, James Madison y George Washington. Incluso Abraham Lincoln, un presidente que hizo la guerra para erradicar el esclavismo, es declarado objetivo legítimo. En cuanto a la vandalización de la estatua de Winston Churchill, no fue un error producto de la ignorancia, sino una revelación.

Sigue…

Origen: Disidentia