En su libro “La Batalla Final de Cristina” el periodista Daniel Santoro revela la trama secreta del plan de la vicepresidenta Cristina Kirchner para intentar colonizar la Justicia, echar jueces y fiscales que la investigaron en las siete causas que aún tiene abiertas, así como acallar a los periodistas críticos. También, cuenta cómo la Corte Suprema se unificó ante los ataques de la vicepresidenta y espera “una nueva embestida” para los próximos meses.

En sendas entrevistas exclusivas el presidente del bloque de diputados de Juntos por el Cambio Mario Negri y la líder de la Coalición Cívica Elisa Carrió coinciden en que Cristina está “desesperada” por su situación judicial y que es “batalla final” tiene “un final abierto”. Advierten, en el libro, que si el Frente de Todos gana las elecciones de noviembre tendrán quórum en la cámara baja y Cristina “irá por todo” el control de la Justicia.

El libro desnuda cómo funciona el aparato de funcionarios abogados, espías, periodistas militantes –todos contratados por el Estado- que creó para presionar a magistrados y tratar de que se anulen los procesamientos que pesan sobre ella y sus hijos. Y cuenta el rol de Oscar Parrilli, Carlos Beraldi, Eduardo Valdés, Graciana Peñafort, Juan Martín Mena, Alejo Ramos Padilla, así como el misterioso Franco Bindi y periodistas militantes, entre otros, en la jugada.

Con pruebas y testimonios, Santoro le contesta al intento de operadores de Cristina Kirchner de meterlo preso por sus investigaciones sobre casos de corrupción.

Hace más de dos años que Santoro es víctima de “acoso judicial” de parte del kirchnerismo, como dijo el Comité de Protección de Periodistas de Nueva York, mientras Cristina intenta negar las causas abiertas por corrupción contra ella y cien de sus ex funcionarios a través de jueces que responden al kirchnerismo.

En el prólogo del libro, Alfredo Leuco cuenta magistralmente esta situación: ““Los pájaros tirándole a la escopeta” es un dicho popular cubano (y también el título de una película) que resume el absurdo llevado a la categoría de flagrante mentira. La falsedad de que un pájaro puede dispararle a una escopeta es el ADN con el que el nacional populismo cristinista quiere hacer arrodillar al periodismo independiente bajo la coartada del lawfare, truco que ya no se cree nadie. La desproporción es evidente: todo el poder del Estado y la política dice ser víctima de un redactor. La escopeta se queja del pájaro”.

Y el filósofo y periodista Miguel Wiñazki lo expresó así: “Daniel Santoro pagó el costo de investigar con el rigor que lo caracteriza, y fue víctima de una maniobra psicótica y perversa: le armaron una causa para acallarlo. Afortunadamente no se calla. Nunca lo hizo. Y este libro, que es un estremecedor acopio de información hilvanada y argumentalmente demostrada, es la prueba. A Daniel Santoro le quisieron cortar la lengua. Aquí se verifica que eso no se puede”.

Por su parte, el prestigioso columnista y presidente de la Academia de Periodismo, Joaquín Morales Solá, definió así el libro. “Con un estilo claro y atrapante, Daniel Santoro ha escrito la historia del proyecto esencial de Cristina Kirchner. Su impunidad y la de su familia”.

“Sería una excelente novela si no fuera una tragedia argentina, que amenaza con quebrar las instituciones, las leyes y las personas. El valor del libro está en su forma, pero también, y sobre todo, en la vasta y precisa información que contiene, agregó Morales Solá.

Esta nueva investigación de Santoro revela cómo el llamado Operativo Puf que intentó voltear la causa de los Cuadernos de las Coimas fue la primera de una docena de maniobras de la vicepresidenta para hacer caer las causas en su contra.

Más adelante funda cómo la vicepresidenta dirigió el Operativo Puf contra la causa de los Cuadernos de las Coimas. Aquí un adelanto exclusivo para Clarín:

“Nada se hacía, nada se decía, nada se presentaba sin la bendición política de “la Abuela”: Cristina Kirchner. Ella lo sabía todo mucho antes. Hasta el último detalle de cada operación. Ella aprobó por lo menos diez días antes de que se produjera la denuncia “espontánea” de Pedro Etchebest contra Marcelo D’Alessio, ante Ramos Padilla, lo que luego se daría en llamar Operativo Puf”.

“Los armadores del Operativo Puf llamaban a la denuncia judicial “la bomba” porque la concibieron como una bomba contra el juez Claudio Bonadio, el fiscal Carlos Stornelli y la causa de los Cuadernos de las Coimas. Así quedó grabado en las febriles conversaciones telefónicas en código de Roberto Baratta, ex secretario de Coordinación del ministro de Planificación y otros presos K en la cárcel de Ezeiza”, agrega el libro.

Todo comenzó a principios de enero de 2019, “Baratta, el empresario Lázaro Báez y otros esperaban con ansiedad que la Abuela, el ex titular de la AFI, Oscar Parrilli (alias “el Pelado”) y Juan Martín Mena (alias “el Gordo”) aprobaran las medidas para lanzar “la bomba” desde el Instituto Patria. Incluso esperaban que un sector de la AFI que seguía respondiendo a Cristina, y al que denominaban “25 de Mayo”, diera el OK técnico… Por lo menos, nueve veces, la nombraron los presos K en Ezeiza, como “la abuela, la bruja o la jefa””.

Más adelante cuenta cómo fue el plan de victimización de Cristina comenzó a principios de 2019: “Enojada, la senadora Cristina Kirchner miró fijo a las cámaras de TV del hemiciclo de la Cámara alta y reclamó: “Debería ser la Corte la que intervenga en esa causa porque desde la propia sentencia del juez Ramos Padilla se puede colegir la actuación de una embajada extranjera” en referencia a la de Estados Unidos.

“Era un miércoles, el 27 de febrero de 2019. Llevaba un vestido negro con flores blancas estampadas e intentaba dejar sentado cuál era, a su criterio, el alcance del primer procesamiento que Ramos Padilla dictó contra D’Alessio por el intento de extorsión al supuesto productor agropecuario Pedro Etchebest. Fue una declaración calculada, con enorme puesta en escena. Un montaje para dar el puntapié inicial a la capciosa y estrambótica teoría del lawfare”, agrega.

El libro revela los desopilantes diálogos entre D’Alessio y Etchebest durante el intento de extorsión de enero de 2019, sin la carga ideológica y las 38 mentiras que le agregó el asesor informal de Cristina, Horacio Verbitsky, al iniciar el Operativo Puf. “Gracias, querido, un fuerte abrazo… Sí, hermano, vos me tranquilizás. Me interesa lo de las monjas sanadoras”, dijo por ejemplo la víctima que luego declararía a la Justicia que estaba “aterrado” por las amenazas del falso abogado”, contesta Etchebest, el supuesto extorsionado que abrió la causa.

Origen:Clarin