“Todos fueron abatidos para contrarrestar amenazas”, dice Richard Kemp, que comandó las tropas británicas en Afganistán
Kemp, comandante retirado del Ejército británico, coordinó los servicios de inteligencia de Reino Unido en los ataques yihadistas de Londres en 2005 al frente del comité de emergencia Cobra. “Lo mejor sería ver a Putin depuesto, arrestado y juzgado, ya sea en Rusia o en la Corte Penal Internacional”, dijo Kemp. “Pero es muy poco probable que esas opciones sucedan alguna vez”, añadió.
Kemp se sumó así a las declaraciones expresadas días atrás por el ministro de Exteriores de Luxemburgo, Jean Asselborn, quien dijo que mientras Putin siga como presidente de Rusia “no puede haber solución” al conflicto en Ucrania, por lo que sugirió como alternativa su “eliminación física”.

“Si el pueblo ruso supiera el número de muertos que (Putin) tiene sobre su conciencia, el Kremlin sería derrocado”, sostuvo el ministro luxemburgués.
¿Vale más la vida de Putin que la de cualquier otra persona? Esta es la pregunta que se formuló el coronel británico: “Si se tratara de un asesinato, eso podría ser desagradable para muchos, pero su vida no tiene mayor valor que las vidas de los miles que ya asesinó en Ucrania y en otros lugares y que bien podría matar en el futuro”. Kemp echó mano de la historia para establecer un paralelismo: “Nuestro gobierno planeó el asesinato de Adolf Hitler en la Segunda Guerra Mundial. Si lo hubieran destituido en lugar de apaciguarlo a fines de la década de 1930, no habríamos sufrido un conflicto que mató a 70 millones de personas”.
En sus declaraciones a Mirrow, el militar se refirió al líder de Al Qaeda: “Osama bin Laden, el jefe del Estado Islámico Abu Bakr Al Baghdadi y el comandante de la Guardia Republicana iraní Qasem Soleimani representaron amenazas directas para Occidente. Todos fueron asesinados para contrarrestar esas amenazas. Putin representa una amenaza permanente y mortal que permanecerá mientras esté en el cargo”.
Días atrás, el empresario Alex Konanykhin prometió una recompensa de un millón de dólares por la cabeza del mandatario ruso. Konanykhin dijo que esta medida responde a un “deber moral” de tomar medidas y ayudar a Ucrania ante la invasión rusa. “Putin no es el presidente ruso desde que llegó al poder como resultado de una operación especial de explosiones de barrios en Rusia, luego violó la Constitución al eliminar las elecciones libres y asesinar a sus oponentes”, decía el empresario, quien añadió: “Como ruso étnico y ciudadano de Rusia, veo como mi deber moral facilitar la desnazificación de Rusia. Continuaré ayudando a Ucrania en sus heroicos esfuerzos para resistir el ataque de la horda de Putin”.
Origen: La Razon.es
El eliminar a Putin es la solución más simple, eficaz e inmediata para terminar con el ataque injustificado contra Ucrania y la muerte de tantos inocentes, tanto ucranianos como rusos. Sólo que se debe elevar la recompensa a unos miles de millones de dólares (una insignificancia frente al monumental costo de la guerra) y garantizar además la impunidad internacional de quienes se hagan acreedores a la misma.
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