Fidel Castro y Jorge Rafael Videla (Fotos: Archivo).
El asesinato de dos jóvenes diplomáticos cubanos en Argentina no le impidió al régimen de Fidel Castro apoyar la dictadura militar que gobernó ese país entre 1976 y 1983, escribe el periodista y escritor Gabriel Salvia en su estudio “Memoria cerrada: La complicidad de la revolución cubana con la dictadura militar argentina”.
Salvia, director del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL), con sede en Buenos Aires, dijo al corresponsal de Radio Martí Carlos Cabana Cal que La Habana tuvo con la dictadura militar argentina un comportamiento muy diferente al que caracterizó sus relaciones con la dictadura de Augusto Pinochet en Chile.
“Lo paradójico es que en Argentina desaparecieron dos diplomáticos cubanos que fueron asesinados, a diferencia de Chile, donde la Embajada de Cuba pasó a funcionar bajo la bandera de la de Suecia” sin que le hubiera pasado lo mismo a ningún diplomático de la isla, declaró Salvia.
Se trataba de los jóvenes Jesús Cejas Arias, de 22 años, y Crescencio Galañena Hernández, de 27, asesinados en 1976. La investigación de Salvia se basa parcialmente en la desclasificación de archivos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina durante la dictadura militar.
De acuerdo con el propio sitio oficial cubano EcuRed, Cejas Arias y Galañena Hernández prestaban servicios en la Embajada de Cuba en Argentina y fueron “secuestrados ambos por la dictadura militar el 9 de agosto de 1976 en plena calle de Buenos Aires, sus restos fueron desaparecidos y encontrados en el 2012, transcurridos 35 años desde su vil asesinato”.
Entre 1976 y 1983, la entonces activista de derechos humanos y ahora presidenta del grupo Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, nunca recibió muestras de simpatía del gobierno de Fidel Castro, observa Salvia.
Pero poco después que retornara la democracia al país bajo la presidencia de Raúl Alfonsín, Carlotto fue invitada a visitar La Habana en 1984, según contara ella misma en un artículo a raíz de la muerte del dictador cubano.
“¿Por qué no se pregunta Carlotto el motivo por el cual no recibió la <<solidaridad>> de la revolución invitándola a Cuba durante la dictadura militar?”, escribe Salvia.
Estos son solo dos de los argumentos que le sirven al autor para explorar las mutuamente ventajosas relaciones de una dictadura militar de izquierda con una dictadura militar de derecha.
“Cuba tuvo un papel importante en la génesis de la violencia política en la Argentina, pero esto no impidió que ambos países mantuvieran una alianza de mutua conveniencia entre 1976 y 1983”, indica Salvia. “Esta alianza se vio facilitada por el rol que tuvieron la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), el Partido Comunista Argentino (PCA) y la participación de ambos regímenes no democráticos en el Movimiento de No Alineados (NOAL)”.