El nuevo marxismo

Un economista liberal prominente sostiene el capitalismo, inevitablemente, aumentará la desigualdad.

James Pethokoukis | National Review Online

24 de marzo 2014

Economista francés Thomas Piketty, 12 de abril de 2012.

Karl Marx no era malo, sólo principios. Bastante. Lo sentimos, el capitalismo. # Inequalityforevah »

Al tratar de condensar un análisis de barrido de 700 páginas del pasado, presente y posible futuro del capitalismo en un pío 85 caracteres, que está obligado a perder unas cuantas cosas. Pero lo anterior Twitter-ficación de la tan esperada del economista Thomas Piketty capital en el siglo XXIcaptura la esencia del argumento del autor.

Piketty piensa el progenitor alemán del comunismo, básicamente, lo hizo bien. Es sólo que su información fundamental – la acumulación de capital privado conduce inevitablemente a la concentración de la riqueza en cada vez menos manos – se tomó un descanso durante la parte media del siglo pasado gracias a la depresión y la guerra perjudicando a la suerte de la gente acomodada. Pero ahora la verdad fundamental del marxismo está reafirmando con una venganza, una realidad confirmada en ambos propios datos meticulosamente recogidos de Piketty y en páginas de negocios repletos de historias de la subida de riqueza para el 0.001 por ciento y las décadas de los salarios planas para todos los demás.

Y que sólo va a empeorar, Piketty concluye. Claro, la capacidad productiva e innovadora del capitalismo de mercado generará crecimiento del ingreso suficiente para las masas para evitar la revolución. Reconoce Marx consiguió ese pedacito de la apocalíptica mal. Pero una «espiral sin fin desigual» creará tal bifurcación riqueza que «los valores meritocráticos en que se basan las sociedades democráticas» serán socavados. El proceso político se capturará irremediablemente por una pequeña élite de los buscadores de rentas y fondos fiduciarios niños. América (y luego el resto de economías avanzadas) se convertirá en lo Occupy tipos de Wall Street y Elizabeth Warren pensar que ya es.

Piketty, un francés de izquierdas que enseña en la Escuela de Economía de París, no es el único economista desigualdad argumentando está dirigido inexorablemente superior. Tyler Cowen, un economista de centro-derecha y el New York Times el columnista, sostiene la aceleración del cambio tecnológico va a crear un país donde casi todos nosotros tenemos ingresos estancados y servir como ayudas de cámara y masajistas al geek-cracia-STEM inteligente y rico.

Piketty está haciendo un argumento diferente y más amplio, uno que se levanta intencionadamente al nivel de la gran teoría: Integrado en la estructura misma del capitalismo es una poderosa fuerza de empuje en la dirección de aumento de la desigualdad. Los ingresos generados por la posesión de capital (todo de bienes raíces a los activos financieros a la propiedad intelectual) tiende a superar la tasa de crecimiento económico.Y cuando la riqueza crece más rápido que la producción – como lo hizo en el siglo 19, cuando Marx escribía y como las previsiones Piketty lo hará de nuevo en la 21 – la desigualdad se mueve hacia niveles extremos ya las rentas de capital está superando los salarios de la mano de obra. Cuando las rentas del capital se reinvierte, la riqueza heredada también crece más rápido que la economía. Peor aún, desde la perspectiva de Piketty: No sólo los dueños del capital se tome cada vez más de los ingresos nacionales, pero cada vez más de los ingresos laborales se destinarán a un pequeño grupo de «supermanagers» que manipular el sistema de remuneración de los ejecutivos a su favor.

«¿El mundo de 2050 o 2100,» Piketty pregunta: «ser de propiedad de los comerciantes, los altos directivos y los súper ricos, o va a pertenecer a los países productores de petróleo o el Banco de China?» En realidad, la respuesta no hace mucho materia. Cualquiera que sea la composición exacta de esta plutocracia global, el capitalismo democrático será reemplazado por algo más parecido a Putin o el autoritarismo cronyist de Xi – a menos que las fuerzas progresistas populistas pueden implementar un impuesto sobre el patrimonio mundial lo antes posible. Y si eso no puede suceder de inmediato, los altos tipos de impuesto sobre la renta del 80 por ciento sería un sólido primer paso.

Dos observaciones: En primer lugar, el caso de Piketty, aunque bien argumentado, está lejos de ser hermético. Él hace una serie de supuestos discutibles, incluyendo a) la producción crecerá más lentamente que el rendimiento del capital, b) el rendimiento del capital se mantendrá elevada a pesar de un crecimiento más lento, y c) la subida salarial corporativa no tanto reflejan cómo la tecnología y la globalización han permitido a los altos ejecutivos para gestionar o realizar en una escala más grande.

En segundo lugar, Piketty y economista francés y compañero de la Universidad de California, Berkeley, investigador de la desigualdad Emmanuel Saez son, posiblemente, los intelectuales públicos más importantes en el mundo de hoy. Su investigación está impulsando la agenda económica impulsada por los demócratas de Washington y promovido por los medios de comunicación. El suave marxismo en capital , si indiscutida, se extenderá entre la clerecía y remodelar el paisaje económico y político en el que se libran todas las batallas políticas en el futuro. Hemos visto esta película antes.

John Maynard Keynes y Friedrich Hayek famosamente se enfrentaron en la década de 1930, la izquierda contra la derecha. Pero cuando Keynes publicó su revolucionaria Teoría General en 1936, Hayek se quedó en silencio. Fue un retiro de facto que ayudó a dar rienda suelta a las fuerzas anti-mercado – incluso si eso no era lo que pretendía Keynes – durante décadas hasta que Milton Friedman y Anna Schwartz escribió Historia monetaria de los Estados Unidos en 1963 y con energía la lucha intelectual contra estatismo. ¿Quién va a hacer el caso intelectual para la libertad económica hoy en día?

– James Pethokoukis, columnista, blogs para el American Enterprise Institute.